El caballo siempre ha sido parte de la vida de Benjamín León. Cuando era un hombre joven, León descubrió que, si obtenía buenas calificaciones, sus padres le permitían vivir la vida de un vaquero, pasando tiempo durante el verano trabajando en la finca ganadera y lechera de la familia. Fue ahí donde León desarrolló inicialmente un cariño particular para el Paso Fino, con su monta cómoda y su versatilidad.

León vino a los Estados Unidos cuando tenía 16 años. “He vivido aquí la mayor parte de mi vida,” dice él orgullosamente. “Aquí conocí a mi esposa. Todos mis hijos nacieron acá, y este es mi país.”

León realmente ha vivido el sueño americano. Después de una serie de trabajos, León obtuvo un éxito considerable en la industria médica y su amor por los caballos no se había disminuido. En 1981, compró su primer Paso Fino y enseguida “se metió de lleno con los caballos.” Algunos de los recuerdos más preciados de León son cuando viajaba con su joven familia en el circuito de los caballos de concurso. Cuando llevaba los caballos a concursos, León manejaba un tráiler, y su entrenador el otro. León todavía tiene Paso Finos y describe su grupo de 10 yeguas de cría como “estilo boutique,” y sigue prefiriendo la comodidad de los Pasos para montar.